miércoles, 28 de marzo de 2012

Huelga decirlo

Uno dijo hace ya muchos años que las huelgas había que hacerlas, cuantos menos, por DIGNIDAD. Hoy hay millones de razones: precariedad laboral, paro, recortes a los más débiles, hambre, pobreza, miseria. Hay que hacerla porque, en definitiva, los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos. Es la huelga más importante de las últimas décadas por cómo de agudizadas están las contradicciones del capitalismo. Como toda huelga, ésta es una lucha y servirá para medir la capacidad de respuesta de la clase trabajadora frente a la oligarquía. La debemos ganar porque somos más y tenemos la razón. Aunque haya trabajadores-esclavos que besen sus cadenas. Los esquiroles son los hijos del famoso "¡vivan las cadenas!". Contra esa caverna que ya describió Platón hace muchos siglos también tenemos que luchar, y qué mejor manera que saliendo mañana a la calle a luchar por los derechos de tod@s los trabajador@s, incluídos los esquiroles que echan espuma por la boca al hablar de sindicalistas pero luego ni han quitado, ni quitan ni quitarán la mano si hay mejoras. La moral del esclavo es muy antigua. HUELGA GENERAL!!!!
 

lunes, 26 de marzo de 2012

Lo que no debe olvidar IU Andalucía (propuestas para el debate)


A finales de 2009 IU aprobó el proyecto de Refundación con el fin de convertirse en una organización política más federal, más republicana y más anticapitalista.

Ser anticapitalista significa estar en contra del sistema capitalista. Esto significa estar en contra de los partidos que practican políticas neoliberales y defienden el sistema. Esto significa estar en contra del bipartidismo. Esto significa estar en contra del PP y del PSOE. Y esto significa, en palabras clásicas, que la izquierda anticapitalista está en una orilla, la de la justicia social, y el bipartidismo está en otra, la de los mercados.

La política -como todo proyecto político- y la realidad quizás sean las dos cosas más complejas del mundo, pero creo que podemos aceptar por válida la premisa anterior y creo que sólo sobre ella podemos construir un proyecto anticapitalista serio para poder empezar a hablar de la hegemonía gramsciana de la Izquierda.

En momentos anteriores nos atrevimos, aparecimos donde no nos esperaban y nos convertirmos en referente. Luego nos dejamos seducir por aquellos cantos de sirena, los cuales siguen teniendo a día de hoy a más de uno embelesado, y casi desaparecemos. No obstante nos sobrepusimos, nos volvimos a atrever y nos situamos enfrente del bipartidismo. Ganamos en las municipales, ganamos en las generales y hemos vuelto a ganar en Andalucía. Los datos nos avalan.

Es precisamente en Andalucía donde nos jugamos nuestro futuro. Es ahora y no ha sido antes ni será después porque somos como aquel hombre penitente que subía y subía una piedra más grande que él por una montaña y cuando llegaba a lo alto la dejaba caer para volver a empezar. Nos jugamos seguir condenados a ese periplo penitenciario o convertirnos en el referente de La Izquierda.

Ante tamaño contexto de importancia histórica y política, tenemos que librarnos de todos los ecos para escuchar la voz original. Es ahora cuando todos los que no son ni militantes ni votantes de IU nos dicen desde fuera qué tenemos que hacer: los del PSOE nos dicen que tenemos que pactar con ellos y los que se sitúan a nuestra izquierda nos dicen que si pactamos con el PSOE somos unos vendidos.

Teniendo en cuenta que somos como Paco Ibáñez y que por tanto todo lo que hagamos lo van a considerar mal, creo que no es ningún disparate pensar que, guste o no, nos debemos a nosotros mismos y por lo tanto tenemos la obligación de preguntarnos y hacernos caso a nosotros. Y con nosotros me refiero a las bases y a los militantes. Una organización cuya dirección no escucha a sus bases nunca jamás podrá aspirar a transformar la sociedad.

Una vez que nos libremos de los ecos y de la esquizofrenia que éstos provocan, tenemos que echarle raciocinio al asunto para sopesar los distintos caminos que se nos abren. La racionalidad nos dirá en primer lugar que por encima de todas las cosas tenemos un contrato con el pueblo andaluz que es nuestro Programa, el cual en un acto sin precedentes de dignidad hemos firmado incluso ante notario. En segundo lugar nos dirá que nuestro futuro depende de la coherencia entre nuestras palabras y nuestros hechos. En tercer lugar nos dirá que todo acuerdo político, sea de gobierno o de investidura, que no esté basado en un programa o en unos puntos programáticos concretos es propio de rufianes.

Cuando la racionalidad ponga estas ineludibles cuestiones sobre la mesa, veremos cómo automáticamente desaparece un camino: el que nos lleva hacia un pacto de Gobierno con el PSOE.

Primero porque es imposible un acuerdo material y/o metafísico sobre un programa con el PSOE, ya que cederá mínimos con tal gobernar, pero no tanto como para permitir un acuerdo serio que no convierta a IU en una mera muleta y la relegue a gobernar, como mucho, el área de Juventud o Deporte. En el PSOE son muy marxistas, pero de Groucho, por aquello de “estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”, pero aún así es un partido rehén de sus cúpulas por lo que pedirles un giro real a la izquierda sería algo así como pedirle peras a un olmo. Incumpliríamos nuestro contrato con el pueblo andaluz y nuestro descrédito político sólo sería comparable al derrumbe de nuestro rédito político.

Segundo porque una organización no se puede tirar una legislatura entera criticando la corrupción y las políticas de derechas y luego pactar con corruptos y con los que han hecho políticas de derechas, mucho menos cuando no hay ninguna garantía de que se pueda acabar con ambas cosas. Más allá del caso sangrante andaluz, no podemos olvidar que el PSOE es el partido de la OTAN, de los GAL, de la ficticia construcción de la “pinza”, del desprecio y las humillaciones a IU, de la Ley Electoral, de la Reforma Laboral, de las guerras imperialistas y, por no seguir, de los ERE's. Perderíamos todo tipo de legitimidad y credibilidad a la hora de criticar cualquier vicio del PP o del PSOE.

Tercero porque los debates sobre lo abstracto nos dividen y los debates sobre lo concreto nos unen o ponen a cada uno en su lugar. La llamada Unidad de la Izquierda se basa en una construcción mítica, casi mística, de que PSOE e IU deben ser compañeros de viaje con tal de “parar a la derecha”. La derecha es quien la representa y quien, sin representarla simbólicamente, hace políticas de derechas, por lo que se puede afirmar que a día de hoy la derecha en España tiene dos facciones: el PP, que es la dura y el PSOE, que es la 'amable'. Por esto y por la primera razón, un acuerdo de Gobierno sólo sería posible si IU traspasa unas líneas rojas que una organización anticapitalista que quiere erigirse como el referente hegemónico de la Izquierda no puede traspasar.

Este camino será presentado con fuerza y con más avales de los que a mi juicio debiera, por lo que es importante que desde abajo recurramos al raciocinio para descartarlo automáticamente porque nuestra credibilidad, es decir nuestro futuro, está en juego. Creo que si no descartamos este camino rápidamente, no podremos estudiar con la exhaustividad que merece la ocasión los otros dos: dejar que gobierne la lista más votada o apoyar la investidura del PSOE, pasar a la oposición obligándolo a pactar políticas de izquierdas y evitando que entre al Gobierno la extrema derecha.

En cualquier caso debe producirse un debate razonado y argumentado, siempre con nuestro Programa sobre la mesa. Creo que dicho debate no servirá de nada si no se descarta el primer camino, ya que entrarán en conflicto otros intereses que difuminarán los puntos que nos han conducido hasta lo alto de la montaña: Programa, coherencia y confrontación con el bipartidismo.

martes, 6 de marzo de 2012

Quién os ha visto y quién os ve...


El PSOE hoy en día es el partido de seres humanos como José Bono, es el partido que pacta el 70% de las políticas con el PP; y del 30% restante al menos el 20% son abstenciones para aparentar una supuesta diferencia ideológica entre ambas facciones del régimen neoliberal español para así dotar a éste de una supuesta pluralidad democrática. Del Congreso de Suresnes a la reforma laboral de ZP pasando por los GAL y el sí a la OTAN. Vaya tela, Micaela. Con la mano izquierda recogen votos y con la derecha cometen decretazos in situ. Son los mismos que, tras convertir Andalucía en su cortijo durante 30 años, dentro de un mes sólo gobernarán en el País vasco, con el PP, y en Navarra, con la derechista UPN. Son los mismos que apoyan guerras imperialistas en Oriente Medio aunque del pastel tan sólo pillen migajas. Son los mismos que se erigen como árbitros democráticos y tachan de vándalo a cualquiera que disienta, creyendo que 'su' modelo de democracia al servicio de los banqueros es no sólo el mejor sino el única posible.

¿Pero sabéis qué? Pueden controlar todos los medios de información, de hecho lo hacen. Pueden pagar cláusulas millonarios a juntaletras-mercenarios para que distorsionen la realidad, de hecho lo hacen. Pueden aparentar fantásticamente una supuesta diferencia ideológica con el PP, de hecho lo hacen. Pero lo que no pueden hacer ni ellos ni nadie es borrar la historia, la hemeroteca y el esfuerzo de personas decentes dispuestas a hurgar entre la maleza.

He aquí unas palabras de Pablo Iglesias, fundador del PSOE, que ponen de manifiesto la memoria selectiva de algunos y la desvergüenza de otros. ¿Os imagináis si el bueno de Pablo levantara la cabeza y viera, por ejemplo, la reforma de la Constitución perpetrada por el PP y el PSOE hace unos meses? Las  vueltas que da la vida.

“Nosotros hablamos con mucha claridad a los nuestros; y cuando les decimos que hay que poner la mano sobre la riqueza para transformarla, les hacemos notar que habremos de transformarlo por medio de la revolución, esto es, por medio de la violencia. Y como en la violencia están comprendidos el fusil, el puñal, la dinamita, etc., a nosotros se nos aplicará el artículo 55 [...] Si ahora nos cerráis el camino, ni nos amilanaremos ni nos cruzaremos de brazos; iremos por el otro; seremos terroristas; y estad seguros que no lo seremos de boquilla, de que daremos la cara.”

viernes, 2 de marzo de 2012

Andaluces, ¿hasta cuándo?

 
La actual crisis nos ha puesto de manifiesto a todos algo que quizá alguno no sabía o no quería ver: no se han hecho las cosas bien. Lo cierto es que la crisis no ha venido de manera imprevisible como un fenómeno atmosférico, sino que es el resultado de unas políticas injustas que vienen de hace mucho tiempo. España es un país que ha visto durante décadas cómo se agudizaban sus contradicciones sociales y económicas hasta los extremos que hoy en día padecemos.

Sufrimos una desigualdad del mismo nivel que la que existía en 1947. El 10% de la población más rica tiene el 41’9% de la riqueza. Entre 1994 y 2006 la parte de los salarios cayó un 8%. Sólo el 1% más rico de la población se benefició del crecimiento de nuestra economía. Un pequeño autónomo paga más impuestos que un multimillonario. El fraude fiscal de las grandes empresas y bancos equivale a más de 70.000 millones de € al año. Para qué seguir...

¿Cuáles son las consecuencias de las políticas injustas aplicadas y de no aplicar otras para impedir estos chanchullos? Entre otras muchas cosas, que en España la pobreza ha ascendido a más del 20%, es decir que más de diez millones de españoles son pobres. Cifra que ha aumentado respecto a 2008 e irá aumentando. El rico es cada vez más rico y el pobre cada vez más pobre. Es la lógica del sistema. Es la lógica del capitalismo.

Los andaluces tenemos el dudoso honor de ser los que más sufrimos estas desigualdades. Con Extremadura (seguidos de Murcia y Canarias), somos los más pobres del país: el 30% de los andaluces, es decir más de dos millones y medio de andaluces son pobres. Somos la Comunidad que encabeza el paro con una tasa en torno al 30%, también el paro agrícola con el 32,54%. El paro juvenil ronda el 50%, lo que quiere decir que la mitad de los jóvenes andaluces están parados. Para qué seguir...

La solución de la crisis y la erradicación de estas desigualdades no pasa por un cambio de actores sino por un cambio de escenario; por un cambio de modelo. Alternativo, justo, igualitario, que ponga como prioridad los intereses de la inmensa mayoría y no los de esa inmensa minoría compuesta por banqueros y grandes empresarios. Que redistribuya equitativamente y haga que los recursos de España sean para los españoles y los de Andalucía para los andaluces, no para las aves de rapiña que dirigen la UE y desde sus acomodadas poltronas nos dicen que tenemos que apretarnos el cinturón.

Ni Arenas ni Griñán debatirán sobre la raíz de nuestros verdaderos problemas. Se quedarán en lo superficial y discutirán sobre peculiaridades, harán el paripé para que no nos demos cuenta de que ambos realmente comparten el mismo modelo, el mismo sistema. Ese que nos lleva a la ruina. Quieren que caigamos en ese moderno timo de la estampita llamado bipartidismo: si el PSOE lo hace mal, voto al PP, si éste lo hace mal, voto al PSOE. Y mientras ellos se reparten el pastel, nosotros nos cubrimos de pobreza y miseria.

El 25-M los andaluces tenemos otra oportunidad para decir que estamos hartos. Para decir que ni queremos vivir en Guatemala ni queremos ir a Guatepeor. Ni el PSOE de los ERE's ni el PP de las privatizaciones. Queremos cambio, pero cambio de modelo, de escenario, no de actores vendidos a los banqueros.

Decidme andaluces, ¿hasta cuándo?

jueves, 1 de marzo de 2012

Lecciones del profesor Monedero

Y el lema del mes es para...

Pasado un mes calentito de protestas y manifestaciones, preámbulo de la primavera que se nos avecina, ya podemos dar el título 'Lema del mes' al siguiente eslogan:

"La Reforma al SOE ahora sí le joe"

La guasa la añade la extrema derecha acusando al PSOE de estar detrás de las protestas. ¿Cómo va a estar detrás de las protestas si sólo pillan la calle para echarse la foto y hacer el paripé, y a veces ni eso?


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