jueves, 27 de septiembre de 2012

¿Votó el pueblo español la actual contitución en 1978? ¿qué se votó exactamente?

Pregunta en Ask.fm:

Sí, aunque no de forma masiva como se suele decir -en el País Vasco el sí ni siquiera llegó al 50%, ojo. En cualquier caso es importante aclarar una cosa: unas elecciones pueden ser libres pero no democráticas, un ejemplo puede ser cualquiera de las elecciones que se cometen en España (aunque no son realmente libres tampoco porque no se pueden presentar todos los partidos ya que algunos están ilegalizados).

Para que unas elecciones sean democráticas deben regirse bajo el principio proporcional de "una persona, un voto" o algo parecido. Todo lo contrario de lo que ocurre con la actual ley electoral que, entre las circunscripciones y la Ley D'hont, es una barbaridad y es la antítesis de la proporcionalidad, recogida en la Constitución (para el Senado el sistema mayoritario).

A eso hay que añadirle lo más importante: antes de cualquier elección debate haber un debate realmente democrático y plural y un pueblo concienciado e informado. Obviamente, esto es imposible en una sociedad capitalista ya que como dice Einstein en "¿Por qué socialismo?" todos los medios están en manos de capitalistas privados (Polanco en España). La libertad de prensa en una sociedad burguesa es la libertad de los ricos de engañar decía Lenin.

A eso, no menos importante, hay que añadirle también que una persona sólo puede votar libremente en un contexto propicio para ello. El contexto de 1978 era el contexto del miedo al franquismo, al ejército, simplemente por este hecho hoy en día ya no son legítimos esos resultados porque el contexto (en el imaginario colectivo y en mayor o menor medida) es distinto, por no hablar de que una gran parte de la población no votó esa Constitución. Tampoco se puede votar sin los Derechos Humanos más básicos cubiertos. Un hombre con miedo a perder su casa o sin nada que echarse a la boca no vota libremente. Nunca jamás.

Por otra parte, el pueblo español votó un paquete, un pack bien completito que supuso la materialización de la reforma gatopardista iniciada por la oligarquía franquista para no perder su poder. Aunque cualquiera que se considere de la Izquierda deba apostar por la ruptura del pacto constitucional, sí es verdad que tiene algunas cosillas que se podrían aprovechar hoy en día, de hecho dada la situación se podrían hacer virguerías si hubiese voluntad política: nacionalizar sectores estratégicos de la economía o "subordinar la riqueza al interés general".

En cualquier caso, la Constitución España, que es de ellos, que no es de izquierdas, que es de quienes hicieron la Transacción gatopardista, a pesar de todo, es incompatible con el capitalismo, con el Tratado de Maastricht y con el "ajuste duro".

La Constitución dice que España es un Estado de Derecho Democrático y Social. El capitalismo es incompatible con el Derecho, con la Democracia y con lo Social, incluso con el Estado porque lo vacía de la poca soberanía nacional que pueda ostentar.

Salud mannnnnnnnnn.

Imprescindible vídeo para entender la actualidad española


miércoles, 26 de septiembre de 2012

La policía cubana repri... ah, no


José Manuel es el Secretario General del Sindicato Unificado de Policía.




viernes, 21 de septiembre de 2012

El drama de los deshaucios en aumento



Según los datos del Consejo General del Poder Judicial, los deshaucios se han disparado hasta la nada desdeñable cifra de 517 al día, o lo que es lo mismo: 46.559 en tres meses. Imaginemos la escena en la que una familia es expulsada de su casa por policías bajo las órdenes de banqueros, a pesar de que llevan años o décadas pagando la hipoteca, porque todos sus miembros están en paro y además ya no reciben ningún tipo de ayuda o la que reciben no da para tanto. Pues así, 517 veces al día.

Por otra parte nos encontramos con que en España el 20% de las casas están vacías, es decir, que la cifra de tres millones de casas vacías que se barajaban en los últimos años puede ascender a seis millones, ni más ni menos.

El artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, asumida por todos los países del mundo, dice que "toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud, el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica...". 

En el mismo sentido dice la sacrosanta Constitución Española, elevada a los altares por quienes ni se la han leído en su vida o por quienes día sí y día también la pisotean a pesar de que es 'su' Constitución, en el Artículo 47 del Capítulo III, lo siguiente: "Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación."

Estamos, sin duda, ante un régimen ilegítimo. Cabe recordar las siguientes palabras recogidas en la Declaración de los Derechos del Hombre de 1793:

“Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo la insurreción es para el pueblo, y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes”.

O dicho de otra manera:

jueves, 20 de septiembre de 2012

Habrá que ir

El programa de actos, actividades, mítines, presentaciones de libros, homenajes, etc. aquí.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Breves apuntes sobre la figura de Carrillo


Ya se encargará la derecha mediática de soltar porquerías sobre la figura de Carrillo, sacando el tema de Paracuellos, a diferencia de la izquierda cuando murió Fraga y a pesar de que éste sí fue un verdadero asesino y un franquista desde su juventud hasta el último minuto de su vida. Ellos tienen el control mediático y la hegemonía en todos los ámbitos, pero una de las razones de ello es porque tienen más cojones que nosotros. No se achantan y siempre son coherentes.

Carrillo luchó contra el franquismo en la Guerra Civil y eso hay que reconocerlo ya que es más de lo que harían muchos eruditos, sin embargo no nos podemos dejar llevar por la aureola que determinados sectores le están colocando:

1. Cuando el poder mediático, en manos de la derecha y de la extrema derecha, habla bien de alguien, lo primero que uno debe hacer es dudar sobre la trayectoria de ese alguien. El poder mediático demoniza siempre a quienes representan una amenaza a sus intereses de clase y ensalza la figura de quienes representan la custodia de sus intereses. Tanto es así que se podría decir, aunque no se pueda generalizar, que cuando el poder mediático te ensalza, malo o, cuanto menos, regular.

2. Carrillo desató una lucha intestina en el PCE acabada la guerra, intensificada a finales de los cuarenta y en los años cincuenta, donde se impuso por todos los medios a sus adversarios políticos. Su primera gran traición material como dirigente fue el abandono de la guerrilla antifranquista, iniciada con la claudicante teoría de la "reconciliación nacional" y consumada en 1956 cuando, amparándose en la autoridad de Stalin, decidió liquidar la guerrilla dejándola a su suerte.

3. Carrillo fue el promotor de dicha "reconciliación nacional" que consistía básicamente en convertir la oposición antifranquista, revolucionaria, en una oposición domesticada que no luchara por una verdadera ruptura sin ambages con el régimen, como efectivamente se vería años después en la llamada Transición.

4. Carrillo liquidó el Partido ideológicamente amputando cualquier vestigio de marxismo-leninismo, expulsando directa o indirectamente a miles de revolucionarios, dinamitando así un movimiento obrero español que aún hoy en día sigue sin recuperarse. Se sirvió del llamado Eurocomunismo que no fue sino el caballo de Troya ideológico del anticomunismo para liquidar los PCs Europeos. Hoy en día vemos la fragilidad de dichos partidos que asumieron las tesis eurocomunistas.

5. Carrillo, en la etapa más convulsa de la Historia reciente española, con los obreros en la calle pidiendo paz, pan y trabajo, algunos de ellos siendo obligados a beberse un cóctel Molotov como Cipriano Martos, decidió cementar en vez de abrir la brecha del régimen hacia un proceso verdaderamente rupturista y constituyente. Obligó al PCE a hacer de pardillo en la llamada Transición, legitimando así la maniobra de la oligarquía financiera para legitimarse y seguir conservando su poder económico, político y social.

6. Carrillo, con el PCE ya tocado y hundido, en su intento de convertilo en un monaguillo del social-liberalismo, tuvo la descortesía de crearse su propio chiringuito que acabaría integrándose en el PSOE como no podía ser de otra manera.

7. Carrillo, que fue la persona que más años ostentó la Secretaría General del PCE, es uno de los grandes culpables de que a día de hoy el Partido sea una fuerza residual, desnortada ideológicamente y con una dirección incapaz de girar hacia posiciones revolucionarias incluso en estos tiempos en los que el capitalismo se derrumba y la izquierda debería pasar al ataque.

Carrillo, luces y sombras.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Me preguntan...

Me he hecho una cuenta en ask.fm, en la que contestaré todas las preguntas que me hagáis desde aquí.

Me han preguntado: Qué le dirías a un militante honesto del PSOE actual ? Y yo he contestado lo siguiente:

Lo primero que haría sería quitarme el complejo de superioridad y entender que tanto dentro del PSOE (arriba no, obviamente) como fuera de él, desde votantes del PP a quienes caen en el juego de la antipolítica magenta, hay gente honesta, hay obreros, hay gente que sufre las contradicciones del capitalismo. Ser marxista o simplemente ser consciente de nuestra situación no nos convierte ni en mejores personas ni en eruditos.

Hay que ir con mano izquierda, con paciencia, con carisma y con carácter como Henry Fonda en 12 hombres sin piedad. La estructura y la posición respecto a la relación de medios de producción te dicen a qué bando perteneces, a qué clase social, pero la superestructura, la ideología, los medios de comunicación, la alienación, etc. te confunden. Hay que entender esto y no despreciar automáticamente a quienes no comulgan, hoy en día, con nosotros, más que nada porque no nos puede sobrar la mitad del país que aún siendo trabajadores votan a PP y PSOE.Concretamente a un militante honesto del PSOE actual le intentaría explicar que la crisis que hoy vivimos es una crisis del sistema capitalista; sistema que es incompatible con la democracia y con los derechos humanos y laborales más básicos.

A continuación le haría ver cómo su partido, especialmente desde la Transición y el Congreso de Suresnes en el que abandonó cualquier ápice de marxismo, es una de las caras de dicho sistema, representado por el bipartidismo (las dos caras del Dios Jano) y representando éste a su vez los intereses de la oligarquía financiera contra los intereses de la mayoría social compuesta por la clase trabajadora y los sectores populares; es decir le haría ver que el PSOE es un partido que defiende intereses opuestos a él mismo.

Para esto hay miles de ejemplos; desde el sí a la OTAN a la reforma constitucional del verano anterior pasando por la reconversión industrial, las reformas laborales, los GAL, la corrupción, el dinero público para la banca, el 70% de las leyes aprobadas con el PP y José Bono.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Marx lo dijo: breve resumen del Manifiesto Comunista (Cap. I)


Burgueses y proletarios


"La historia de toda sociedad hasta nuestros días no ha sido sino la historia de las luchas de las clases". Así empieza este capítulo, con una afirmación que será una de las piedras angulares del marxismo: la lucha de clases. Continúa diciéndonos que las sociedades ya superadas también se dividían de tal manera; "hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, nobles y siervos, maestros jurados y compañeros"; resumiendo: "opresores y oprimidos en lucha constante".

Tras el fin del feudalismo y la Revolución Industrial, la burguesía se erige como clase dominante, tanto en la sociedad que Marx describía por aquellos entonces como en la actual. Hoy se ve más nítidamente la división en dos clases (antes podían quedar reductos de sociedades más antiguas y en algunos lugares no había ni burguesía ni proletariado propiamente dicho) antagónicas: la burguesía (propietarios de los medios de producción) y el proletariado (asalariados, trabajadores obligados a vender su fuerza de trabajo para poder subsistir).

La burguesía, que en la historia ha desempeñado un papel revolucionario, como reconoce el propio Marx, "después del establecimiento de la gran industria y del mercado universal, se apodera, finalmente, del poder político en el Estado representativo Moderno". Aclara, en el mismo sentido, que dentro del poder político excluye a las otras clases porque el "gobierno moderno" es en sí "un comité administrativo de los negocios de la clase burguesa". En cuanto a esta afirmación, sin ir más lejos los españoles hemos visto cómo dos de nuestros presidentes, de diferentes partidos e ideologías -supuestamente- han acabado en Empresas privadas como Endesa o Gas Natural, seguidos por una retahila de ministros que han hecho lo propio.

A continuación sigue describiendo a la burguesía y llegamos a un punto interesante: "Impulsada por la necesidad de mercados siempre nuevos, la burguesía invade el mundo entero. Necesita penetrar en todas partes, establecerse en todos los sitios, crear por doquier medios de comunicación". Sigue apostillando algo recalcable: "[la burguesía] ha quitado a la industria su carácter nacional. Las antiguas industrias nacionales son destruidas o están a punto de serlo. Han sido suplantadas (...) por industrias que emplean materias primas traídas de las regiones más remotas y cuyos productos se consumen en todo el globo".

Ambos párrafos representan una definición fidedigna del mercado internacional contemporáneo y de la 'globalización'. Hoy vemos cómo las pequeñas y medianas empresas 'autóctonas' son absorvidas por las multinacionales yendo así a la quiebra. Multinacionales como McDonalds, Nike o Sony, que fabrican sus productos en los lugares "más remotos" del mundo, concretamente donde los salarios son más bajos y donde pueden explotar a sus trabajadores impunemente -especialmente Asia y África-, y luego los exportan a "todo el globo". Por otra parte, cabe destacar el desmantelamiento de la industria española (reconversiones y privatizaciones) y del tejido productivo, hecho por el cual España tiene más imposible salir de la crisis -o siquiera paliar sus efectos- respecto a los países de su entorno.

Este colonialismo mercantil es nefasto económicamente para los países 'invadidos' (la contradicción norte-sur es clarividente) pero hay que advertir que esta guerra empresarial y económica es una de las razones que originan el "imperialismo", la fase superior del capitalismo que tanto estudió Lenin. En los últimos años, incluso hoy mismo, hemos sido testigo de guerras de este carácter: Irak, Afganistán, Libia... La razón es sencilla y la explica a continuación:

"[la burguesía] bajo pena de muerte obliga a todas las naciones a adoptar el modo burgués de producción, las constriñe a introducir la titulada civilización; es decir, a hacerlas burguesas. En una palabra: se forja un mundo a su imagen".

No existe mejor representante del imperialismo y que se ajuste más al párrafo anterior que los Estados Unidos de América, que ha invadido, o ayudado a invadir, más de 30 países desde la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días. No se tratan de países donde necesariamente los medios de producción estuvieran en manos del proletariado; simplemente países díscolos, independientes o soberanos reacios a servir de despensa a los EE. UU. Y la OTAN.

La burguesía -continúa- "ha aglomerado a la población, centralizado los medios de producción y concentrado la propiedad en un pequeño número de manos". Esta afirmación me parece especialmente significativa por su evidente actualidad. Basta con servirnos de unos datos esclarecedores, expuestos por Ignacio Ramonet en su libro "Guerras del siglo XXI" (Mondadori, 2002):

En 1960, el 20% de los más ricos de la población mundial tenía unas rentas treinta veces superiores a las del 20% de los más pobres. En 2002, las rentas de los ricos eran, no treinta, sino ochenta y dos veces superiores a las de los pobres, y esa desigualdad ha ido agravándose hasta la actualidad... Las doscientas veinticinco mayores fortunas del mundo representan un total de más de un billón de euros, o el equivalente a los ingresos anuales del 47% de las personas más pobres de la población mundial (¡dos mil quinientos millones de personas!).

Atendiendo a estos datos podemos entender mejor por qué se da la "epidemia" de la que habla a continuación como resultado de las contradicciones del sistema y de las crisis que inevitablemente acarreará: la superproducción. Esto quiere decir, a grosso modo, que se fabrica (oferta) más de lo que se puede comprar (demanda). Hoy vemos, inmersos en una terrible crisis, que esa es una de las consecuencias; el Gobierno burgués empobrece a la población, ésta no consume, empresas quiebran -salvo las grandes que exportan fuera- y no se reactiva la economía.

Cabría preguntarnos, como hace Marx, que cómo sale de esta crisis la burguesía: "Por una parte, de la destrucción violenta de una masa de fuerzas productivas; de otra, por la conquista de nuevos mercados y la explotación más intensa de los antiguos". Eso hizo originando (y tras) la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Pero... "¿A qué conduce esto? A preparar crisis más generales y más formidables y a disminuir los medios de prevenirlas". Y efectivamente llegó la Crisis del 29. Y cuando 'nadie' podía imaginar algo parecido llegó la actual crisis. ¿Cómo lo va a hacer la burguesía si prácticamente controla el mercado mundial y apenas puede exprimirlo más? ¿Invadiendo territorios como Irán o Corea del Norte? No sería fácil. ¿Empobreciendo aún más a la población como de hecho está haciendo? ¿Acaso olvidan que, detrás de un trabajador hay, en última instancia, un consumidor?

Por otra parte, paralelamente a la consolidación de la burguesía, se desarrolla el proletariado y se organiza como 'sujeto'. Son "los obreros modernos, que no viven sino a condiciones de encontrar trabajo, y que no lo encuentran si su trabajo no acrecienta al capital. Estos obreros, obligados a venderse a diario, se convierten en una mercancía similar a cualquier otro artículo de comercio y (...) sufren todas las fluctuaciones del mercado". Claro como el agua: el capitalismo es incapaz de garantizar el pleno empleo y los derechos laborales más básicos para los trabajadores. Sin ir más lejos, España, amén de las recetas capitalistas, tiene una tasa de precariedad laboral -por no hablar de la de paro- de las más altas de Europa.

Como denuncia magistralmente Charles Chaplin en Tiempos modernos (1936), "el productor resulta un simple apéndice de la máquina; no se exige de él sino la operación más simple, más monótona, más rápida".

Si Marx viviera hoy en día, sin duda trataría temas como el cambio climático, el ecologismo y el feminismo. Respecto a ésto último, apostilla que "las distinciones de edad y sexo no tienen importancia para la clase obrera. No hay más que instrumentos de trabajo, cuyo precio varía según la edad y el sexo". Hoy las mujeres siguen sufriendo todo tipo de discriminación laboral. En cuanto a los salarios, su remuneración es entre un 20% y un 50% menor respecto a los hombres en 27 de 39 países con datos disponibles según estudios para la ONU.

Marx creía que la consolidación mundial de la burguesía como clase dominante sería el primer paso para derrocarla, ya que esta consolidación daría como resultado un proletariado consciente de su poder, más aún conforme se fueran agudizando inexcrutablemente las contradicciones del capitalismo como por ejemplo la eventualidad de los salarios por "la creciente competencia de los burgueses entre sí", entre otros factores.

"Los obreros empiezan a coaligarse contra los burgueses para el mantenimiento de los salarios". De esta manera triunfarían "efímeramente" aunque el verdadero resultado de estas luchas sería "la solidaridad aumentada de los trabajadores". Sin ser un ejemplo de sindicalismo revolucionario, gracias a la Huelga de 1988 convocada por CC. OO. Y UGT, el Gobierno de Felipe González retiró el plan de empleo juvenil. Son éxitos efímeros, tibios, reformistas y muchas veces insignificantes, pero la solidaridad que despiertan debería ir encaminada, entre otras cosas, al "acrecentamiento de los medios de comunicación que permiten a los obreros de diferentes localidades ponerse en relación"; a potenciar el proletariado como clase y, luego, como partido político. Esta organización, no obstante, es "destruida por la compotencia que se hacen los obreros entre sí".

Continúa Marx explicándonos que "la burguesía vive en un estado de guerra permanente: al principio, contra la aristrocracia; después, contra aquellas fracciones de la misma burguesía cuyos intereses están en desacuerdo con los progresos de la industria, y siempre, en fin, contra la burguesía de los demás países". El ejemplo más escabroso de esto fue la I Guerra Mundial, anteriormente citada, y un ejemplo más actual es la 'guerra fría' entre burguesías europeas cuyo bando ganador está encabezando Alemania.

Frente a esta burguesía, "sólo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria", ya que artesanos, tenderos, pequeños fabricantes o campesinos la combaten porque son "una amenaza para su existencia como clases medias", por lo que "si se agitan revolucionaramente es por temor a caer en el proletariado".

A continuación nos habla del lumpenproletariado que describiría más adelante en otros escritos, es decir, el proletariado sin conciencia de clase que debido a "sus condiciones de vida" lejos de sumarse al movimiento revolucionario tenderán a "venderse a la reacción".

Dijo el líder de los jacobinos Maximilien Robespierre en 1793, en un Discurso en la Convención, que hasta ese momento "el arte de gobernar no ha sido otra cosa que el arte de despojar y dominar a la mayoría en provecho de la minoría". Casi en el mismo sentido afirma Marx que "todos los movimientos históricos habían sido realizados por minorías en provecho de minorías" y que, al contrario, "el movimiento proletario es el movimiento espontáneo de la inmensa mayoría en provecho de la inmensa mayoría".

Antes de acabar este capítulo de forma optimista, afirmando que la victoría del proletariado es "inevitable", reafirma que todas las sociedades anteriores "han descansado en el antagonismo entre clases opresores y oprimidas" y que "para oprimir a una clase hace falta al menos poderle garantizar condiciones de existencia que la permitan vivir en la servidumbre". Hay que recordar que el trabajo asalariado fue para algunos amos una nueva y mejor forma de esclavitud pues les resultaba más rentable y sobre todo más cómoda.

sábado, 1 de septiembre de 2012

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